No importa dónde vivas, a menos que cultives toda tu comida, lo más probable es que confíes cada día en los envases para proteger tus alimentos, bebidas y otros productos. Los envases son necesarios para garantizar una conservación óptima y longeva.
Pero ¿Qué relación hay entre los envases y nuestra salud?
Los envases son esenciales para ayudar a fabricantes y empresas a preservar la seguridad y calidad de nuestros alimentos y bebidas, pero también para proteger una amplia gama de productos de salud y belleza, desde productos farmacéuticos hasta cosméticos y perfumes.
Estos envases pueden ser de distintas formas, tamaños y materiales, en función de cómo deba pasar un artículo por la cadena de suministro, qué tipo de información deba transmitir a los consumidores y cómo quiera presentarse la marca para destacar en las estanterías.
En el caso de los productos alimentarios, los materiales utilizados para envolverlos o envasarlos se conocen como “materiales en contacto con los alimentos” (a veces denominados MCA, o FCM, por sus siglas en inglés): son la capa que entra en contacto directo con el propio contenido. Sus propiedades son cruciales para mantener los estándares de alimentos y bebidas y salvaguardar la salud pública.
¿Qué sustancias químicas pueden encontrarse en los envases?
Una reciente investigación sanitaria de Critical Reviews in Food Science and Nutrition descubrió que cerca de unas 3.000 sustancias químicas podrían filtrarse de ciertos materiales de envasado a los propios alimentos, lo que hace muy probable la exposición humana a estas sustancias químicas. Otros estudios y programas sanitarios han detectado incluso sustancias nocivas, como microplásticos, en la sangre humana, la placenta humana o la leche materna.
¿Y cuál es el miedo? La mayoría de estas sustancias químicas -el 65%, para ser exactos- no se habían registrado hasta la fecha en ninguna lista reglamentaria o industrial. Y de las miles de sustancias químicas detectadas que potencialmente podrían filtrarse en los alimentos, más de dos tercios se identificaron en plásticos, afectando a nuestra salud y a la del medio ambiente.
Dado que la mayoría de las clasificaciones de envases actuales no tienen en cuenta estas sustancias químicas, elegir el envase adecuado puede resultar difícil incluso para los compradores más ávidos.
Pero si tú también quieres mirar más allá de la etiqueta y tener en cuenta algo más que los factores medioambientales, existen algunas herramientas que pueden ayudarte. Por ejemplo, la tabla de puntuación UP (Understanding Packaging) del foro europeo de envasado de alimentos (Food Packaging Forum) es una herramienta gratuita y fácil de usar para evaluar el impacto en la salud humana y medioambiental de los envases alimentarios más comunes.
¿Por qué el vidrio es una opción saludable?
El vidrio protege nuestros alimentos y bebidas favoritos
En primer lugar, el vidrio no se deteriora ni se oxida, no necesita otros ingredientes, barnices con productos químicos ni revestimientos de plástico para proteger los alimentos, por lo que los mantiene frescos durante más tiempo. ¿Te has fijado alguna vez en que los productos que deben conservarse de forma fiable durante largos periodos de tiempo -por ejemplo, mermeladas, encurtidos o miel- suelen venir en tarros de vidrio? No es casualidad. Lo primero que se aprende en Conservación de alimentos 101 es que el vidrio actúa como barrera natural frente a las altas temperaturas o las bacterias. De hecho, el estudio Critical Reviews in Food Science and Nutrition concluyó que el vidrio es uno de los materiales más seguros en contacto con los alimentos en lo que se refiere a la detección de sustancias químicas.
El vidrio es un material inerte
El vidrio es uno de los materiales más inertes. Gracias a su estructura y composición, ni siquiera las moléculas más pequeñas pueden atravesar la barrera del vidrio y afectar al sabor de su interior, y del mismo modo, las botellas y tarros no absorben ni ceden ninguna sustancia al entorno ni al producto que contienen. Esto lo convierte en uno de los materiales más adecuados para el envasado de alimentos con el fin de proteger la salud de los consumidores y garantizar la seguridad de los productos (para ver un desglose, consulte el estudio de Dieter Schrenk de 2014).
Es más. También es el único envase reconocido como seguro (GRAS, por sus siglas en inglés) por la FDA estadounidense y la normativa REACH de la UE.
El vidrio sigue siendo saludable incluso cuando se recicla
Y estar libre de productos químicos no es cosa de una sola vez. Puede que hayas oído que el vidrio puede reciclarse una y otra vez, pero ¿sabías que una botella reciclada por enésima vez es tan sana como una completamente nueva?
Esto se debe a que sólo se utilizan ingredientes naturales y vidrio reciclado para fabricar botellas y envases nuevos, que permanecen químicamente inactivos independientemente de cuántas veces se reciclen. En resumen, el vidrio es un material circular, es decir, que puede vivir muchas vidas nuevas después de ser reciclado, sin que ello vaya en detrimento de la salud humana.
El vidrio está hecho de materiales que se encuentran en la naturaleza
Así es. El vidrio se fabrica a partir de materias primas que se encuentran en la naturaleza, como arena de sílice, carbonato de sodio y caliza.
Junto con el material reciclado, el vidrio se convierte en un material monocapa que puede proteger una gran variedad de productos, desde deliciosos alimentos hasta los medicamentos más delicados.
Elegir el vidrio significa priorizar la salud y la seguridad alimentaria
En un momento en el que casi la mitad de nosotros estamos preocupados por la seguridad de los envases de productos alimentarios e higiénicos, casi 8 de cada 10 vemos los envases de vidrio como el material idóneo para el futuro, gracias a sus excelentes credenciales en materia de salud y estilo de vida. En comparación con otros materiales que entran en contacto con los alimentos, por ejemplo el plástico, se confía más del doble en que el vidrio nunca suponga un peligro para la salud.
Así que elegir vidrio es elegir primar la salud y la seguridad. La próxima vez que vayas al supermercado, recuerda elegir envases que son intrínsecamente saludables y la opción natural para proteger nuestra salud y la de nuestras familias.
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